El neoliberalismo ha tenido como consecuencia la reducción del gasto público, es decir, de los presupuestos destinados a proyectos sociales como aquellos que buscan crear oportunidades de empleo y apoya solo a las programas que cubran las necesidades más elementales de la población.
El estado tiene el poder de intervenir en le economía como un árbitro pero está restringido hasta el punto de no tener la posibilidad de garantizar los bienes comunes mínimos de los ciudadanos. También hay alteraciones en cuanto a la contribución tributaria, aquellos con ingresos comparativamente más altos tenían derecho a pagar menos impuestos.
El estado tiene el poder de intervenir en le economía como un árbitro pero está restringido hasta el punto de no tener la posibilidad de garantizar los bienes comunes mínimos de los ciudadanos. También hay alteraciones en cuanto a la contribución tributaria, aquellos con ingresos comparativamente más altos tenían derecho a pagar menos impuestos. El neoliberalismo neutraliza el poder de los sindicatos de intervenir a favor de aumentos y prestaciones, los sueldos de los trabajadores se basan en la oferta y demanda y las huelgas son aplastadas.
Las consecuencias del neoliberalismo para el pueblo son los niveles de desempleo masivo y las altas tasas de interés, entre otras.
En los países latinoamericanos proliferaron los regímenes burocráticos y autoritarios en los que se controlaba la inflación y crecía la economía a costa de la reducción de salarios y servicios sociales.
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